Rita Kabakova (C) |
Traducir no es cometer espurios milagros. Y sí todo lo contrario para los que no sabemos idiomas y tenemos pasión por la Literatura.
Es evidente que la tarea de la traducción abarca todo tipo de textos: técnicos, científicos y otros cientos. Y muy necesarios todos en la mayoría de los casos. Traductores de palabras: escritas o ya listas para ser escuchadas en cada uno de nuestros idiomas. Pero con el acertado sentido con la que fue o es concebida la narración original.
Y de acuerdo estaremos en que, tanto si el contenido a traducir es técnico como si no, se debe tener la formación apropiada no sólo del idioma original en el que se expone el asunto sino también de la materia tratada. Pero si de materia literaria hablamos, el tema se complica... ¡seguro!
Para traducir el arte con la palabra (Literatura), más si es de un clásico, y conservar su pensamiento, no se pueden traducir sólo los vocablos, hay que traducir también el genio: carácter distintivo y representativo del estilo de un autor en concreto y/o de una lengua.
Tal cometido, traducir textos novelados o glosados, tiene mucho mérito. Por eso, la figura del traductor literario se debería exaltar inmensamente más.
Por ejemplo, sabido es que traducir poesía no es un asunto para cualquier conocedor de otros idiomas: hay que confiarle tal menester a un traductor que esté preparado para ello, y que tenga la sensibilidad del Poeta. Casi siempre, un poeta en ciernes que después será reconocido como tal, es quien realizó y realiza esta labor; como fue el caso de Rubén Darío. Y, también, del escritor Julio Cortázar. Todos los mencionados tienen en común, por lo menos, el habernos dado a conocer en español la obra de Allan Poe. Y Charles Baudelaire, cómo no, se encargó de traerles a los franceses, en la lengua romance del 'française', al autor americano ya referido.
En la historia, la figura del traductor aparece pronto; por pura necesidad. Los grandes maestros no deciden donde nacer y suelen dar a conocer su impronta en su lengua materna y, así, obligan a echar mano de esa voz oculta que nos acerca toda materia de interés a nuestro idioma, sea cual sea éste.
Y es que traducir Literatura, caso que nos ocupa, insistimos, suele ser tarea de escritores que conocen otros idiomas.
A Selma, nuestra eximia traductora, se le atisba que es una gran escritora. Y, sin más remedio, está obligada a ello. O dicho de otro modo: no es que sea traductora y, además, escritora (sería un pleonasmo)... pues es lo mismo. De hecho, la animamos, por lo menos el que aquí suscribe, a que se detenga y dé salida a su propia obra a través de la impronta de su particular cosecha para que sea publicada y rubrique esta exposición del que aquí sigue suscribiendo. Porque traducir a grandes de la Literatura como: Pushkin, Tolstói, Dostoievski, por citar unos pocos de su gran muestrario, nos hace sentir que estamos ante otra grande de las letras. Y en su trato, desde el minuto cero, se percibe también que enteramente lo es. Y así, si tal cual lo considera, siga los pasos de su madre: Thelma Berny, autora de "Cuentos al atardecer".
Sí, la historia de los traductores es antigua. Tal vez sea Honein ben Isaac el que pudiéramos considerar uno de los más notables, siglo IX. Y en España, nos remontaríamos hasta el siglo XI, para reconocer el célebre colegio de traductores toledanos, protegido por el arzobispo D. Raimundo, que ocupó aquella Sede metropolitana desde 1130 hasta 1150.
También es de cita obligada el mencionar y destacar a D. Enrique de Villena (S. XV) como traductor de la "Eneida" de Virgilio, y de la "Divina Comedia" de Dante, Y tanto como el señor de Villena y el señor Alighieri eran escritores y traductores. Porque de Dante es sabido que tradujo a varios españoles arabizados de siglos anteriores: como al sufí murciano Abenarabi (1165 – 1240)... y hay quiénes aseguran, algunas destacadas voces críticas -el señor Asín Palacios entre otros-, que el poeta italiano utilizó una de sus obras del mencionado sufí para crear la ya referida "Divina Comedia".
Y semi parafraseando al ingenioso e incisivo Larra, no nos queda más remedio que llegar a la siguiente reflexión: los traductores deberían ser erigidos en instrumentos de la Providencia. Creo que así, con dicha reflexión, como mínimo, quedaría exaltada la figura de los traductores tal como he demandado desde el principio de mi introducción... que larga sea ésta, aunque justa -y tal vez corta nos quede para merecido tema a enaltecer- pero creo que era de imperiosa necesidad el reconocer la valiosa labor de nuestra entrevistada y la de otros destacados compañeros.
Selma Ancira nació en la ciudad de México un mes de junio de 1956 y con dieciocho años se fue a la entonces Unión Soviética con la ilusión de adentrarse en un mundo que hasta ese momento sólo conocía por la literatura. Estudió filología rusa en la Universidad Estatal de Moscú, en donde se especializó en literatura rusa del siglo XIX.
Más tarde cambió de latitud y se instaló en Grecia, país con el que había soñado desde su infancia, e hizo estudios de lengua y literatura griegas en la Universidad de Atenas.
Confiesa que se hizo traductora por vocación. Ha traducido a una gran cantidad de autores rusos y griegos entre los que destacarían, por un lado, Lev Tolstói y Marina Tsvietáieva del ruso, y por el otro, Nikos Kazantzakis, Yannis Ritsos, María Iordanidu y Yorgos Seferis del griego moderno. Pero cuenta que todos sus autores ocupan un lugar privilegiado en su corazón.
A lo largo de su vida profesional ha sido distinguida con diversos e importantes galardones que, según dice, siempre ha compartido con sus autores, porque… ¿qué sería un traductor sin sus autores? se pregunta.
Su mayor afición es la fotografía y ha realizado nueve exposiciones individuales en distintas ciudades del mundo (Atenas, Moscú, Nicosia, París…). La última, una muestra itinerante, llevaba por título “El mar es sueño”.
Desde 1988 reside en Barcelona, lo que consideramos un honor para nosotros.
Leamos, pues, tras esta breve biografía, sus respuestas a nuestro cuestionario:
TEST EXPRÉS DE PROUST
1.- ¿Principal rasgo de su carácter?
La perseverancia.
2.- ¿Qué cualidad aprecia más en las personas?
La bondad.
3.- ¿Qué espera de sus amigos?
Comprensión.
4.- ¿Su principal defecto?
Cierta impaciencia…
5.- ¿Su ocupación favorita?
Caminar.
Caminar a la orilla del mar, o por la ladera de un monte, o por la espesura del bosque, o a la vera de un río y estar atenta a las historias que comparte conmigo la naturaleza. Y captarlas con mi cámara.
6.- ¿Su ideal de felicidad?
Despertar al lado del mar, oyendo los cencerros de algún rebaño.
7.- ¿Sus autores favoritos en prosa?
En español, la lista la encabeza don Benito Pérez Galdós. Pero son muchos los escritores que amo leer y que me enseñan a escribir. En ruso y en griego, la respuesta está en mi biografía literaria. He traducido y traduzco a mis autores más amados.
8.- ¿Y en poesía?
Federico García Lorca encabeza la lista de los tantos poetas cuyos versos me acompañan siempre.
9.- ¿Un libro?
Zorba el griego, de Nikos Kazantzakis.
10.- ¿Un actor (cine o teatro) de todos los tiempos?
Mi padre, don Carlos Ancira.
11.- ¿Su compositor favorito?
Manos Hadzidakis.
12.- ¿Su pintor preferido? ¿Por qué? Destaque una de sus pinturas, ¿qué significa para usted o qué le atrae o conmueve?
El Theófilos de Odysseas Elytis, del que Seferis comentó: “Theófilos nos dio una nueva mirada”. Pero son muchos los pintores cuyos cuadros me dejan sin aliento siempre que entro en algún museo.
13.- ¿Su héroe de la vida real? ¿Y de la ficción?
Tanto unos como los otros han ido cambiando con el paso del tiempo. En mi adolescencia, por ejemplo, fue Ana Frank, la autora del diario y la niña que desfila por sus páginas.
14.- ¿Una figura histórica que le ponga mal cuerpo? (La lista es grande; por favor, destaque uno sólo)
Por desgracia, sobran. Stalin sería una de ellas.
15.- ¿Una figura histórica que le deje buen cuerpo? ¿Y por qué, cuáles son sus méritos?
Por fortuna, me cuesta trabajo elegir.
16.- ¿Qué defectos le inspiran más indulgencia?
La pedantería, la impuntualidad…
17.- ¿Tiene un lema? Por favor, ¿nos lo dice?
Nobleza obliga.
18.- ¿'Qué es lo justo que se necesita para ser humilde'? (Adviértase de las comillas 'simples' irónicas)
Ser consciente de la propia insignificancia.
19.- ¿Si las rosas perdieran su color, perderían su fragancia? (Decía Shakespeare. Entiéndase su ironía) (*)
El color se renueva cada mañana, con la salida del sol…
20.- ¿Cómo le afectará y nos afectará el después de esta Pandemia (en lo Divino y en lo Humano: confinamiento, sobre los fallecidos, crisis económica, cualquier consecuencia relacionada)?
No sé, por fortuna los dioses no me concedieron el don de la pitonisa.
21.- Se hace una pregunta y nos la contesta, por favor.
-Si ahora pudieras elegir una nueva vida, ¿en qué te convertirías?
-En una traductora que viaja por el mundo con una cámara en las manos.
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Y como este Test es exprés, y no estrés, lo dejamos aquí: agradeciéndole su volcada participación en todo momento para con EuroPost.info.
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Enlaces de interés:
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(*) "Julieta: Acaso no eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas. ¿Y qué quiere decir Montesco? No es pie ni mano ni brazo ni rostro ni fragmento de la naturaleza humana. ¿Por qué no tomas otro nombre? La rosa no dejaía de ser rosa, tampoco dejaría de esparcir su aroma, aunque se llamara de otra manera. Asimismo mi adorado Romeo, pese a que tuviera otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma, que no las tiene por herencia. Deja tu nombre, Romeo, y a cambio de tu nombre que no es cosa esencial, toma toda mi alma." (Extraído de Romeo y Julieta, acto segundo. William Shakespeare)
- Objetivo de esta entrevista:
· Dar a conocer a personalidades del mundo de la cultura, en cualquier disciplina artística, así como también a cualquier profesional que haya aportado con su labor aspectos significativos a nuestra sociedad: o que sea digno de reconocimiento por su dificultad en su profesión/tarea... sea conocido o no tanto. En este sentido, nos gustaría contar con la participación de famosos o muy famosos para alternar con otros que aún no lo son: y así poder ayudar, entre todos, a los menos conocidos.
Nota: El Cuestionario (Test) de Proust fue creado por dicho escritor, para conocer a las personas a modo de 'juego' participativo. Algo olvidado y lo hemos querido recuperar, recortándolo, debido a su gran extensión, y actualizándolo con nuevas preguntas . Algo olvidado, lo de "algo", en realidad no lo es tanto: pues, actualmente, la mayoría de cuestionarios de preguntas rápidas, o como les quieran llamar, provienen de este Test de Proust, no sólo la fórmula/formato, sino también literalmente algunas de las cuestiones que a diario hemos podido leer en cualquier periódico o revista durante gran parte del siglo XX y XXI. Imperdonables algunas variaciones del original, y no sólo nuestras modificaciones. Nos parecía injusto hacer lo mismo que todos y lo mismo que lo inventando por Proust sin recordarlo. En definitiva: queríamos reconocer al señor Proust la iniciativa de, probablemente, el primer cuestionario de la historia que acabaría en infinitas páginas de todos los medios de comunicación. No siendo muy conocida la autoría de esta fórmula de batería de preguntas por todos los lectores.
Sirva desde Europost.info, y seguro que también la de nuestro entrevistado, la reminiscencia merecida de su obra, y por este Cuestionario también, a Marcel Proust.
-Todos los domingos os espera esta sección de entrevistas. Y todos los días también las demás secciones de esta peculiar web que está obteniendo un éxito insólito en tan poco tiempo-
05/07/2020 - ENTREVISTA A SELMA ANCIRA: TRADUCTORA -
TEST EXPRÉS DE PROUST- POR SEÑOR DE CASCALES
· Señor de Cascales es autor de más de una veintena de publicaciones:
investigación histórica, poesía y otros géneros. http://obra.decascales.com
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