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¿La constante búsqueda es el único significado de este mundo?

¿El rollo de la vida es solo buscar y buscar?

¿Y qué buscamos? La belleza, la perfección... el vivir o sobrevivir o,¿ tal vez el 'sobrevivirnos'?

Sea lo que fuere, la vida, casi sin darnos cuenta, es un no cesar continúo de búsqueda... por lo menos en muchas etapas de nuestra existencia.

Sí, preguntas y más preguntas... búsqueda y más búsqueda. Por ejemplo...

¿Qué carajo hacemos aquí?

La pregunta del millón que lleva atormentando a la humanidad desde que tenemos capacidad para filosofar. Filósofos, artistas, tíos de barra... todos se han rayado la cabeza con esto. Y una de las respuestas que más mola es que el asunto de la vida no es llegar a un destino final, sino el viaje en sí, el no parar de descubrir cosas nuevas.

¿Por qué de la insistencia de la búsqueda constante?

Es como un gimnasio para el alma: te enfrentas a tus miedos, aprendes mogollón y te conviertes en la mejor versión de ti mismo. Es como un entrenamiento constante para tu mente y tu espíritu.

Te hace más fuerte: la vida te pone a prueba, te caes, te levantas, te vuelves más enérgico y llegas más lejos. Es como ir al gimnasio, sí, pero en vez de levantar pesas, superas problemas y obstáculos.

Te conecta con algo más grande: ya sea una causa social, tu rollito espiritual o la naturaleza, encuentras algo más grande que tú que te da vidilla, que te hace sentir parte de algo. Es como encontrar tu perfil exacto en Facebook, tu lugar en el mundo.

¿Y los contras de la búsqueda constante?

Menudo bajón si encuentras lo que buscas o si la búsqueda se acaba: por ejemplo, por agotamiento. Uf, eso es lo peor, o no, porque quizá lo peor fuera conocer la verdad. Este sería el riesgo de buscar... y encontrar.

Pero, siempre queda...  ¿Y después qué? La incertidumbre del futuro puede dar menos de yuyu si ya encontraste en tu búsqueda... y tan sólo, ya, encuentras aburrimiento.

Por eso, mejor no encontrar la verdad, para no terminar de buscar. Sí, bendito bucle sin fin: a veces la búsqueda parece que no tiene fin, y solo encuentras más dudas y frustración (pero por lo menos encuentras... aunque no sea el final de la búsqueda y lo mejor: es que puede seguir en el bucle del 'feliciano' eterno del buscador con un fin pero sin final). Puede ser como estar en una rueda de hámster, corriendo y corriendo sin llegar a ningún sitio: pero por lo menos corres... y cansa :)

Cierto, no hay una respuesta universal a la pregunta del millón. Cada uno tiene que encontrarle el sentido a su vida. Lo importante es buscarlo: o, por lo menos, seguir buscando aunque sea sin saber el qué.

Convéncete: tu zona de confort es la búsqueda.

Y si no: conecta con lo que te gusta: ¿Qué te apasiona? ¿Qué te hace sentir vivo? Dedica tiempo a las cosas que te llenan (si te dejan los desorientados tan ocupados en búsquedas sin saber lo que buscan o tan desocupados por no buscar).

O, también, ayuda a los demás: hacer algo bueno por los demás te da una satisfacción que no te da nada más. Y lo que entretiene... mientras no te lo agradecen, claro (porque esta será la compensación, pero si lo haces para obtener una recompensa tú serás el egoísta, aunque ayudes).

Si no, presta atención a lo que te rodea (y aguántate la risa, si puedes). O en caso de total clarividencia y dejas de hacer el Gil buscando y buscando, te quedará de disfrutar de los pequeños momentos, de la belleza de la naturaleza (es lo único), y una buena conversación... si la encuentras.

Recuerda: la vida es un viaje, no un destino. Disfruta del viaje y no te preocupes por llegar al final, y si no disfrutas pues ni busques y, a ser posible, que no te encuentren... aunque dudo que tengan tan alto honor de buscar algo que sí merezca la pena: cualquier cosa les sirve para encontrar, por eso siempre están buscando :) porque están, y estarán, condenados a seguir buscando... o lo que es peor: su condena es buscar y buscar porque lo que encuentran en ellos mismos no les gusta.

Y acabo como empecé, cuestionando: "¿La constante búsqueda es el único significado de este mundo?"

La respuesta, obviamente (una vez más), es la del enunciado de nuestra sección:
Si es sólo sí. Si no, no. ¿Está claro?

Si es sólo sí | por Señor de Cascales & cIA

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Nota: publicado cada domingo
+Nota: manténganse atentos...


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